Hola mi niño. Esta semana se cumplen 2 años desde que vi ese positivo y supe que estaban dentro de mi. No se si sabías la historia, pero el día que me hice la prueba estaba muerta del susto. Mis amigas en la escuela me dieron un tecito para los nervio mientras sabía el resultado.
El deseado POSITIVO me llego por correo. Yo estaba acostada en un sillón y me tomó un par de minutos asimilar que mi sueño se había hecho realidad. Yo iba a ser madre. Empece a gritar de la emoción como loca por toda la sala. Cuando ya me calme pensé que tenía que llamar a tu papá, mi mamá y hermana, mis suegros y mandar mensajes a mis amigas.
Tu papá estaba en el banco y no se lo podía creer. Muy emocionado llamó a tus abuelos. Y como decía mi suegra "esta cigüeña esta loca" ya que tu tía y yo ibas a tener bebé con una semana de diferencia.
Mis papás y hermana estaban en el gym. Tu abuelita gritada por todo el gym "Voy a ser abuela" y tu abuelo se puso a llorar de la emoción. Le mandé la foto del positivo a mis amigas. Y las llamadas y mensajes bonitos empezaron a llegar.
Esas semanas fui la embarazada más feliz. Y como ya de naturaleza soy antojada lo fui un poco más esos días. Me acuerdo estar en la clase y uno de mis alumnos trajo un queso turrialba en la lonchera. Uuuuyyy tuve tantas ganas de ese quesito que me mandé a comprar uno a la soda.
El jueves empecé a manchar y mi mundo se fue abajo. Mi doctor me aseguro que esto era normal y sólo debía guardar reposo y me mandó una beta. Aunque era baja estaba bien. Estos días en cama te cuide mucho, te cante, te conté cuentos y te hablé hasta más no poder. Éramos tu y yo en contra de todo.
Todo el fin de semana seguí manchando y en reposo. Me cuido tu papá y se portó como un ángel. El lunes me hice otra beta a ver sí tu embarazo había progresado. Mi mamá y tu tía me acompañaron mientras sabía el resultado. A las 3 de la tarde llego por internet el resultado de la beta. Un mensaje me había llevado al cielo y este me metió en un infierno. Te habías ido al cielo y yo no podía hacer nada para impedirlo.
Te tuve muy poquito en mi pancita pero siempre estarás dentro de mi corazón. A los días te nombré Santiago y con una oración te encomendé a Dios. Por mucho tiempo desee que Dios me llevará a tu lado para poderte abrazar, cantar y contar muchos cuentos. Que ibas a hacer solito sí tu mamá estaba aquí.
El tiempo pasó y comprendí que ibas a estar bien. Aveces te imagino con ojos azules, alto y muy guapo como tu papá. Sueño con el día que nos podamos ver y tu me puedas abrazar con eso brazos grandes y fuertes que debes tener. Mamá te ama Santi, nunca lo olvides. Tu papá y yo estamos luchando para hacerte un hermanito/a.
Espero que desde el cielo me estés viendo y estés muy orgullos de mi. Gracias Santi por haber entrado a mi vida. Por hacerme más fuerte y por unirnos más a tu papá y a mi. Gracias mi amor por ser mi ángel en el cielo. Te amo
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